viernes, 27 de marzo de 2009

SELVAS Y BOSQUES EN PELIGRO

A través de los siglos se han acumulado pruebas de que la intervención humana puede producir innumerables daños en la tierra, el agua y el aire; esta problemática ha venido creciendo desde años e incluso siglos anteriores. Actualmente, en extensas regiones de Asia, Europa y América del Norte los bosques naturales han desaparecido, y la deforestación amenaza al más extenso de los que quedan, la selva amazónica.
La deforestación, que consiste en la destrucción de bosques por tala o quemado, va acompañada por el progreso tecnológico, que a su vez plantea nuevos y más graves problemas. Estos problemas no tienen la dimensión de otras épocas, y precisamente por eso los seres humanos, con el afán de cubrir sus necesidades básicas de alimentación, vestido, vivienda, vías de comunicación, etc, fueron lentamente en un principio propiciando esta destrucción sin tener en cuenta las consecuencias en su futuro inmediato, futuro que ha llegado y la naturaleza está llegando al límite de responder con los cambios que se están dando hoy en día.
El fuego y la necesidad de habilitar tierras para la agricultura y el pastoreo arrasan con grandes espacios forestales, pero en el largo plazo los suelos resultan erosionados y empobrecidos por la ausencia de vegetación natural protectora del medio.

Hoy el interés por detener este grave problema ecológico se hace cada vez más extensivo. Organizaciones internacionales, nacionales y locales, gubernamentales y no, están realizando diferentes tipos de compaña. La conciencia ecológica se está despertando debido precisamente a los efectos y consecuencias que se están manifestando en todos los rincones del planeta. Si con anterioridad el ser humano no había pensado en todo este devenir porque su interés se centraba básicamente en sus necesidades elementales, hoy esta problemática debería ser una de sus prioridades. Y si la pregunta es a quién afecta más, no debemos considerar sólo el efecto hacia nosotros, sino también el que resulta hacia los cambios de procesos naturales que mantienen el equilibrio ecológico: Pérdida de biodiversidad única, daño a ecosistemas de agua dulce y a los procesos hidrológicos, reducción de servicios ambientales y el cambio climático anteriormente dicho.

Se pueden distinguir dos tipos de factores o causas: Indirecta y directa.

Debemos entender como causa indirecta, aquellas que no se pueden observar a simple vista pero que efectivamente explican y responden por la destrucción de los recursos forestales y pueden ser de carácter social, político, legal, tecnológico, educativo y administrativo, principalmente. Entre los más importantes están los siguientes:
Tenencia de la Tierra, refiriéndose a la forma en que se aprovechan las áreas principalmente de selvas y bosques y determinar la superficie que abarcan.
Legislación Forestal, a veces por su falta de utilidad práctica no ha beneficiado a la conservación de bosques y selvas.
Política Forestal, que son las que el gobierno plantea y a pesar de que se recoge planes de desarrollo sustentable, la falta de continuidad entre los gobiernos lo ha ido obstaculizando.
existencia, para beneficio de los propietarios y habitantes de los bosques

Administración, que se refiere precisamente a las formas de administración de los recursos forestales.

Debemos entender como causas directas a todas aquellas que directamente están afectando a los bosque y selvas e inciden visiblemente en su destrucción. Son resultado en la mayoría de las ocasiones de las causas indirectas.
Entre los más importantes están los siguientes:
· Incendios Forestales.
Los incendios son la causa más importante de destrucción de los recursos forestales, por cuanto acaban con la capacidad de regeneración que tiene naturalmente el bosque. El 99% de ellos son intencionales, por tanto no obedecen a causas naturales.
· Plagas y Enfermedades. Una plaga es una población de insectos, animales o plantas que surgen cuando se ha roto el equilibrio en el ecosistema y que causa daño a los bosques y selvas. El hombre ha contribuido incluso cuando introduce nuevas especies en ecosistemas que no pueden ser alterados de esta manera.
· Desmontes para la Agricultura.
Los campesinos además de que no cuentan con los recursos tecnológicos necesarios adolecen de cultura forestal, es decir, no son silvicultores, y por otra parte carecen del apoyo para llevar adelante la producción en los bosques. Se siguen empleando los métodos tradicionales de roza-tumba-quema.
· Explotaciones Irracionales. Por desgracia se ha visto el bosque como una mina para extraer productos y no como un cultivo.
· Sobrepastoreo. Este factor conduce a la destrucción del recurso, por compactación del suelo debido al pisoteo, incendios inadecuados para fomentar la germinación de pasto tierno, ramoneo y daños mecánicos a los árboles.

· Construcciones. Esta práctica se presenta principalmente en las zonas aledañas a los pueblos y ciudades. Ante la cada vez mayor aglomeración de gente en los centros de población, existe gran demanda de espacios para la construcción de casas habitación, infraestructura vial, servicios, etc., que se ejecuta a consta de la destrucción de áreas verdes.
.
· Causas naturales. De todos los factores de destrucción forestal, este es el único que no se atribuye a la acción del hombre, sino de la naturaleza. Las tormentas con fuertes viento y rayos, muchas veces sin lluvia, ocasionan incendios en los bosques y selvas ; las erupciones volcánicas que arroja cenizas y lava, la insolación deseca el pasto y lo hace propicio para el inicio de un incendio, los deslaves y otros procesos naturales que no se pueden evitar.

De todas estas causas directa o indirectas se hacen muy obvias las que se pueden evitar, pero es necesario que se empiece desde una política de desarrollo sustentable, continuo y práctico más allá de burocratismos que entorpezcan las iniciativas en beneficio de la protección de estas áreas verdes, que como se dijo en su momento, son el pulmón de nuestro planeta.

La grave destrucción de las Selvas y Bosques ha repercutido en un notable cambio climático y la intensificación de fenómenos naturales, como por ejemplo "El Niño" en el océano pacífico, que tanto daño está causando, teniendo como consecuencia, inundaciones, sequías, muerte de especies, marianas y terrestres, e incendios. Existe una relación directa entre la destrucción de bosques y selvas con el aumento de la temperatura en el medio ambiente, como lo podemos constatar con la situación global a nivel mundial.Las consecuencias son de un impacto completamente negativo. La eliminación de árboles en los terrenos tropicales tiene una especial repercusión sobre el suelo que es muy pobre en nutrientes en estas zonas. El ecosistema tropical depende de un rápido reciclado de los nutrientes que están, en su gran mayoría, en las plantas y animales que viven sobre el terreno y no en el suelo, como sucede en los bosques templados. Por esto sólo se pueden obtener unas pocas cosechas cuando se tala la selva, pero eso en muchos casos es lo que menos importa.

Con todo lo anterior podemos afirmar que no hay más tiempo que perder; se necesitan urgentemente soluciones claras a esta problemática que ya abarca cifras de considerable relevancia. Es indispensable el proteger y evitar la comercialización de maderas preciosas, así como la explotación a gran escala de recursos mineros, petroleros y de maderas y preservar las zonas naturales para un beneficio común en el planeta, es decir, es indispensable utilizar los recursos naturales renovables de modo reversible y minimizar los cambios irreversibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario